[From the 2009 Tusquets Editores edition]
Para rescatar del olvido momentos, parajes y existencias irrepetibles ha escrito Luis Sepúlveda este volumen, una lámpara de la que surgen, como por arte de magia, doce relatos magistrales. Ipanema, Alejandría, la Patagonia o Santiago de Chile son los escenarios de prometedoras citas, historias de amor que se prolongan a lo largo de los años, encuentros con la muerte, viejos hoteles en los confines del planeta que atraen a variopintos viajeros, o incluso una reunión de personajes surgidos de su célebre novela Un viejo que leía novelas de amor.
Tras navegar por los canales patagónicos que confluyen en el estrecho de Magallanes, un pequeño comerciante palestino desembarca en Puerto Edén, vende las prendas y objetos que lleva en su fardo y se dirige luego a una pulpería; allí, ante algunos galeses, polacos y gallegos, «el Turco», como le han apodado, empieza a narrar un relato muy antiguo sobre mercaderes fenicios… El hombre se llama Aladino Garib, y es el protagonista del cuento que da título a esta nueva obra de Luis Sepúlveda. «Porque mientras los nombremos y contemos sus historias, nuestros muertos nunca mueren», dice el personaje de otro de los cuentos. Y para rescatar del olvido momentos, lugares y existencias irrepetibles ha escrito Luis Sepúlveda La lámpara de Aladino, una lámpara de la que surgen, como por arte de magia, doce cuentos magistrales.
Índice de cuentos:
- La porfiada llamita de la suerte
- Café Miramar
- Hotel Z
- Cena con poetas muertos
- Historia mínima
- Corazón de María
- ¡Ding-dong, ding-dong!, son las cosas del amor
- La isla
- El ángel vengador
- La reconstrucción de La Catedral
- El árbol
- La lámpara de Aladino